En la Nasa mandaron a un hombre a la luna, o eso es lo que intentaron porque esa nave se desvió de su trayectoria y terminó en un planeta muy extraño que aún no se había descubierto. Aquel hombre se llamaba Mikel y recogió una planta para escanearla pero resultó que era de una composición desconocida. Pocos momentos después se le acabo el oxigeno pero podía respirar sin dificultad porque aquel planeta tenía atmósfera y agua, todo lo necesario para poder sobrevivir allí.
Al cabo de unos momentos encontró un hermoso poblado. Las casas estaban hechas de flores y hojas. De esas especies de casas salían unos extraños seres que se parecían a los animales terrestres. Esos seres le contaron que todo el planeta estaba formado por su raza.
Él les preguntó si su planeta tenia un nombre y ellos le respondieron que aún no. Mikel les propuso un nombre que era Animalis (animales en latín) ellos le respondieron que les parecía un nombre precioso. Le enseñaron sus costumbres, sus tradiciones y también sus alimentos. Esa noche el se quedó a dormir allí. Al día siguiente volvió a la tierra y trajo unos hermosos dibujos que le dieron sus amigos del planeta Animalis. Por supuesto no dio las coordenadas para que sus queridos amigos pudieran vivir en paz.
3 comentarios:
maria, es muy bonito tienes mucha imaginación
Eso de los animales no me lo creo pero me agustado
me a parecido un cuento muy bonito porque habla de un astronauta que viaja a un planeta desconocido y conoce sus costumbres. me gustan mucho los cuentos asi
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