Había una vez dos niños llamados Iván y Sergio que vivían en Caspe. Un día hubo una explosión nuclear y entonces los únicos supervivientes de la ciudad fueron ellos, porque en ese mismo día se fueron a pescar.
Cuando volvieron, como en la ciudad habían muerto todos, se oía un silencio sepulcral. Pero la sorpresa se la llevaron cuando se adentraron en la ciudad viendo los cadáveres de todas las personas que vivían allí.
-Voy a buscar un saco y una pala para recoger todo-. Dijo Sergio.
Cuando recogieron aquella parte se fueron a dar una vuelta por toda la ciudad a ver si había más cadáveres. Encontraron muchos y los recogieron todos. Luego hicieron una lista en la que había que hacer para poder sobrevivir. Tardaron poco rato. Al final Iván acabó de hacer la lista.
-Yo he propuesto: comer lo suficientemente sano cada día, no atiborrarse de chuches, dormir lo suficiente y ducharse al menos cada tres días.
Así lo hicieron. Pero ¿queréis saber donde dejaron los cadáveres Iván y Sergio? Fue al lado del cementerio.
Como en su ciudad había una sala de ordenadores fueron a jugar un rato. Iván se fijó en una puerta en la que ponía <> y sólo podía entrar el dependiente de la sala, pero como no había nadie entraron a ver qué había.
Iván abrió la puerta y allí encontró solo una caja. Cuando abrió esa caja se quedó boquiabierto. Su amigo Sergio acudió rápido y también se quedó alucinado. Estaban contemplando el único frasco de vidrio en el que en su interior había un líquido que curaba desde el resfriado hasta la muerte. Era el famoso frasco que vieron por la tele. Entonces pensaron lo qué podían hacer con ese frasco.
- ¡Rápido, vamos a buscar el saco lleno de cadáveres! - Exclamó Sergio.
- Está en el cementerio- Dijo Iván.
Cuando llegaron al cementerio sacaron rápidamente el frasco y a los cadáveres del saco. Luego les fueron abriendo la boca y les dieron el líquido. Toda la ciudad renació. Al día siguiente, Iván y Sergio salieron por la tele y se hicieron famosos.
Cuando volvieron, como en la ciudad habían muerto todos, se oía un silencio sepulcral. Pero la sorpresa se la llevaron cuando se adentraron en la ciudad viendo los cadáveres de todas las personas que vivían allí.
-Voy a buscar un saco y una pala para recoger todo-. Dijo Sergio.
Cuando recogieron aquella parte se fueron a dar una vuelta por toda la ciudad a ver si había más cadáveres. Encontraron muchos y los recogieron todos. Luego hicieron una lista en la que había que hacer para poder sobrevivir. Tardaron poco rato. Al final Iván acabó de hacer la lista.
-Yo he propuesto: comer lo suficientemente sano cada día, no atiborrarse de chuches, dormir lo suficiente y ducharse al menos cada tres días.
Así lo hicieron. Pero ¿queréis saber donde dejaron los cadáveres Iván y Sergio? Fue al lado del cementerio.
Como en su ciudad había una sala de ordenadores fueron a jugar un rato. Iván se fijó en una puerta en la que ponía <
Iván abrió la puerta y allí encontró solo una caja. Cuando abrió esa caja se quedó boquiabierto. Su amigo Sergio acudió rápido y también se quedó alucinado. Estaban contemplando el único frasco de vidrio en el que en su interior había un líquido que curaba desde el resfriado hasta la muerte. Era el famoso frasco que vieron por la tele. Entonces pensaron lo qué podían hacer con ese frasco.
- ¡Rápido, vamos a buscar el saco lleno de cadáveres! - Exclamó Sergio.
- Está en el cementerio- Dijo Iván.
Cuando llegaron al cementerio sacaron rápidamente el frasco y a los cadáveres del saco. Luego les fueron abriendo la boca y les dieron el líquido. Toda la ciudad renació. Al día siguiente, Iván y Sergio salieron por la tele y se hicieron famosos.
6 comentarios:
muy larga y de ciencia ficcion
Esta historia me a gustado porque es de un accidente nuclear como el de chernovill
me ha gustado pero es un poco larga y cuesta mucho de leer
no me importa si no os gusta
Tranquilo Alex no te desanimes yo te doy mi animo y no te rindas nunca por mucho que te digan.Muy buena por mucho que sea larga es muy emcionante.
es berdad lo k dice choan animo y sige asi.
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